Despierto tras el atardecer de hoy lunes cuando a sones de cornetas y tambores escucho "debajo" con tanta admiración y sentimientos, sinceramente y con todo el amor que siento este mundo que vivo debajo de los fardones, se me hace todo intensivamente espiritual, me encanta vivir esos momentos donde yo me siento el más afortunado de llevarlo junto a mis amigos de mi cuadrilla.
Los hombres costaleros tenemos nuestro propio lenguaje, un idioma que solo podemos entender los que nos metemos bajo el paso, es una sensación vulnerable que sentimos versos de nostalgia, épocas y momentos que lo hemos pasado mal, o también momentos de euforia y nos sale el "pellizco" que de tantas veces hemos hablado en muchas ocasiones, arte eso es puro arte.
El barrio, el barrio León... que tantas veces he caminado solo por sus calles, encontrándome en ocasiones con las cuatro verdades del barquero, con la realidad de mi ética de ver las diferentes opiniones que podamos tener con lo que esta bien o lo que esta mal, yo como todo el mundo seguramete hemos tropezado dos veces con la misma piedra... me acuerdo que una vez me dieron una muy mala noticia, que me sentí desconsolado, apenas le veía salida a las soluciones o alternativas para poder solucionar por lo menos mi estado de animo. Me puse inmediatamente andar por la calle San Jacinto, era un día de tarde soleada y radiante, de esas tardes donde contemplaba mucha vida, pero yo apenas tenía esperanza, entonces anduve dirección al "mercao" de San Gonzalo hasta llegar a mi parroquia de mi Soberano y mi Virgen de la Salud.
Se abrieron las puertas del mismo cielo para mi, yo entre llorando, las lágrimas apenas me dejaban ver al Señor, yo le pedí ayuda, que no me dejara solo, que me diera toda la fuerza del mundo para que pudiera sostener la triste noticia que me hacía sentirme angustiado y desesperado... lo miré con una mirada penetrante y dolorida, aquello me traspasó el alma, aquello que viví en soledad con el se me quedó grabado para siempre...
Pasaron los días, y gracias a la fe, pude salir bien de aquel problema que me surgió.
Mi Soberano Poder ante Caifas esta simpre conmigo, lo tengo presente.
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