Yo... no quiero más, es la facilidad de vivir la vida sin mentiras... que poca importancia tiene para mi el dinero... a mi lo que me hace sentirme bien es amarte como te amo a ti Soberano.
Ahí viene la inspiración del hombre, la sensación de estar junto a los que no están, saber que la nobleza es lo más bello de esta vida, saber que la inspiración no premeditada es lo que se hace realmente de corazón.
Pasaran los años, las situaciones, los momentos vividos, pero lo que no se va es el sentimiento profundo con los amigos y con los demás... tampoco se van los recuerdos y vivencias debajo del faldón que para mi es ser un privilegiado con esta cuadrilla.
Este año he podido de nuevo comprobar que hay debajo hay casta, hay gente de corazón infinito de amor y de verdad, he podido contemplar dentro de mi propia alma que un buen hombre es sin duda alguna un buen COSTALERO.
Vuelvo a cerrar los ojos Soberano y vuelvo a sentir el crujir de la trabajadera...