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Siempre me lo he preguntado alguna vez, si me he imaginado como es el rostro de Dios, siempre me la he imaginado como la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder sin lugar a dudas.
Imagináos que estáis mirándole los ojos, su cara lo dice todo, para mi es Dios reflejado en el. Un poder y sosiego de andares caminan por las calles de Sevilla, es la cofradia del Gran Poder con su paso largo racheao...
Donde la escuela antigua procede de la legión del estilo Villanuevas, cuadrilla forjada y obediente acompañan a la doctrina antigua del andar de los pasos. Sevilla humedecida en silencio, observo los ojos cristalizados de la gente, dolor que fomenta una belleza de angustia que me parte el alma en dos pedazos.
Esto Señores, es otra prueva más, que lo Sevillanos tendremos defectos de ciudadanía en algunos aspectos, pero en esto de las cofradias y del mundo de las trabajaderas tenemos lo que nadie nos puede quitar porque lo traemos de serie, ese pellizco que nos sale de nuestros adentros, aquello que seguramente es invocado por el mismo mesías que bajó a nuestra ciudad y no se ha ido nunca de San Lorenzo... el es ¡mi Gran Poder!.
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