EL PUENTE DE BARCAS

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lunes, 11 de octubre de 2010

LA HERMANDAD DE LOS GITANOS










Es el Cristo de mi madre, el que le saca el pellizco que lleva en sus adentros, vá por ti madre. Aquellos tiempos en San Roman... por Placentines, cuesta el Bacalao y Francos.
Son tantos momentos y tantos destellos de luz que componen todo lo que rodea a esta imagen del hijo de Dios, que hace al señor de la Salud sorprendentemente especial.

El Señor de la Salud es sin lugar a dudas una imagen preciosa, su talla me encanta.
La hermandad la fundaron unos pocos de Gitanos en 1753, a continuación tengo entendido que salió por primera vez dede el convento de Nuestra Señora del Pópulo.
Tras pasar unos cuantos años y muy difíciles para las cofradías de la ciudad ocurren historias que te quedas impresionado con las historias de nuestra ciudad. Nuestra corporación pierde pasos, enseres y cae en una cierta postración.

A mediados de la segunda década del siglo XIX los cofrades que aún quedan reorganizan la corporación y en 1816, ya en el trono de España el rey Fernando VII, la Hermandad presenta nuevas Reglas para su aprobación. Constan de 19 capítulos y se aprueban en el Consejo de Castilla en 1918. Más adelante tras quitarles a lo Curas el convento y combertirlo en una cárcel publica, no tienen más remedio que trasladarla a San Esteban.
En el año de 1860 la Hermandad se traslada a la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari... pero no pueden salir de estación de Penitencia porque los pasos no cabían por la puerta y entonces deciden buscar otro templo... San Roman.
Tuvieron que pasar 11 años para poder salir, madrugada de 1891, ya llevaban en total 50 años.
Pasaron los años y llegó el día trágico como a muchas más Hermandades, 1936 año en que estalla la guerra civil y queman muchas iglesias en Sevilla, en San Roman también, siendo quemadas las imagenes titulares.
Una vez más los hermanos tuvieron que remontar con todas sus fuerzas, se trasladan a Santa Catalina y encargan nuevas imagenes, que la hiso el escultor Fernández Andes.
Pasan los años y desde San Roman, por fin en los años 97, 98 y 99 están marcados por los trabajos de restauración de la Iglesia del antiguo Convento del Valle, que estaba en ruinas y sin techo. Con la ayuda de Cayetana de Alba y el trabajo denodado de muchos hermanos el nuevo templo va tomando forma poco a poco hasta llegar a su fin.

Sencillamente es digno de admirar todo el cracrificio que ha pasado esta Hermandad y llegar a conseguir lo que hoy en día tiene. Para quitarse el sombrero.

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