EL PUENTE DE BARCAS
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sábado, 29 de enero de 2011
ASI FUE,¿NO?...(Entrada publica por Fran Narbona/Texto:Francisco García)
Habían pasado por el martillo capataces como Manolo Santiago, Mogrera y Pepe Luna, con costaleros de los antiguos, bragaos, con oficio, con casta, gente de peleas gordas, de tiempos duros, gente que no se arrugaba con los kilos, pero, año tras año, era igual,… corria dura, amarga y de las de olvidar lo antes posible, pasito “corto” polliteril, cimbreo de la cruz, Guzmán Bejarano de pura raza escupiendo leña a mansalva, tablazón de la mesa clava en la coroñilla, rodillas en posición de tiemblen, entradas de fatiga, y… una, dos y tres…aaaaaauuuuuuuuuuhhhnnmmm!!!!... Ahí queó!!! poooon!!! (que le pregunten al Camarada o a Pascual Vaca si miento).
Al inicio de lo 90, negra cola de joven cofradia humilde, escasa en hermanos y en nazarenos, cofradia en problemas de consolidación, con dos problemas de peso, y nunca mejor dicho, uno por paso. Cofradia de las que pasan de largo, sin dejar en el “entendido publico” huella más allá de la que pudiera dejar la mancha del café que se tomaba haciendo tiempo para que llegarán las de detrás.
En el mundo del costal decir Omnium Sanctorum era como nombrar a la bicha… Killo!! Que vas a sacar el Cristo de los Javieres!!! ¿tu estas seguro?¿Tu sabes donde te metes?... y esto dicho por gente como la que yo no he conocido igual, costaleros como la copa de un pino que habían sacado ese paso y que habían salido revolcados con las patas pa´rriba, costaleros de peleas que hoy no sabemos ni lo que son.
Entonces, a principios de los 90, esa Hermandad, tan querida, tomó una de las decisiones que, en mi opinión, y a buen seguro en la de otros muchos, marcó el devenir de sus mejores tiempos.
No se bien si fue en el 91 o en el 92, la Hermandad decide dar el mando de los dos pasos de la cofradía a D. Rafael Díaz Palacios.
Me acuerdo perfectamente, Emilio Ceballos todavía era costalero en San Gonzalo y nos comentó un día: “Rafael ha cogido los Javieres y vamos a igualar para hacer una cuadrilla, a ver si tiráis para allá que hace falta gente”. Imagino que esta misma frase corrio por boca de Fali, Quino,…, en otras muchas cuadrillas y… llego el día de la igualá. Como yo ese era el primer año que salía de costalero no me atreví a ir y como no estuve en esa iguala mejor no invento.
Ese año, me cuentan, fue de ensayos duros, feos, descoordinados, sin coger el paso, cogiendo kilos hasta del aire, y claro, la corría volvió a ser de las de no te menees. Otra vez corría dura, amarga y de las de olvidar lo antes posible, pasito “corto” polliteril, cimbreo de la cruz, Guzmán Bejarano de pura raza escupiendo leña a mansalva, tablazón de la mesa clava en la coroñilla, rodillas en posición de tiemblen, entradas de fatiga.
Mientras tanto, muchos capataces y costaleros antiguos, sabiendo lo que sabían y viendo el primer año como había sido, se mantenían en la tesis del fracaso y el mitin como destino de toda cuadrilla que se arrimase a ese paso.
Al segundo años se toman cartas en el asunto. Al frente de esos martillos hay Capataz. Señor Capataz, Viejo Capataz, Maestro Capataz. Rafael y Fali, como han hecho siempre, hablan con su gente de más confianza, escuchan a sus costaleros: “No se puede llevar ese pasito tan plomizo que te va enterrando milímetro a milímetro, hay que alargar más la zancá, las chicotas hay que medirlas más, las levantás tienen que ser mejores y hay que mirar más debajo del faldon…”. Analizan las cosas y dan un vuelco a la situación. Se va definiendo la forma de andar del paso, se “redefine” la cuadrilla,… y la cosa empieza a ir.
Pasan un par de años en ascenso fulgurante, a base de trabajo y ensayos, y la cuadrilla se va consolidando. La Hermandad ya no pasa tan desapercibida y la cuadrilla de Costaleros del Cristo de las Almas empieza a tener un sello y una categoría que hace que muchos empiecen a dejar el café para después…
A mediados de los 90, esa cuadrilla destinada al fracaso, purgatorio de los costaleros durante tantos años, matahombres, desprestigiadora de capataces, aquella cuadrilla que era un dolor de cabeza constante, esa cuadrilla de la que renegaban los mejores de los mejores, … empezó a ser una referencia en el andar de un paso de Cristo Crucificado en Sevilla y fuera de Sevilla, empezó a ser un desafío para aquellos que habían salido de debajo de ese faldón con las patas pa´rriba años atrás y que ahora veían a unos “niñatos” imberbes salir riéndose de debajo del paso y con ganas de que no acabará la corría. De hecho, al paso de los años, muchos quisieron volver, y volvieron, para asegurarse de que lo que veian y oían era cierto, de que ese paso que a ellos les había amargado mas de una tarde, roneaba, que se disfrutaba cada gramos de leña, que las levantas eran de impresión y te rebotaba el palo de la fuerza, que los priostes estaban todo el Martes Santo apretando guardabrisas, que la gente estaba engorilá en la pelea, que no había nada más que tíos partiéndose el pecho por derecho para disfrutar de lo mas hermoso, de ser COSTALERO en una cuadrilla de amigos.
Fueron años de ensayos por el Pumarejo y San Julián, con pará en la Madrugá o en Azahar a medio ensayo para repostar, noches de frio y risas, de bocata de chorizo y botellines en la tiendecita de la de las uñas negras, de tapas en el muo, de salidas desde Santa Marina, de mudás de vuelta hasta el Pumarejo con 20 tios... y el bicho ese... de muchas cosas.
Esa cuadrilla que fue desde mediados de los 90 hasta mediados de los 2000, fue una cuadrilla de ensueño, una cuadrilla de arte, una cuadrilla espectacular, por lo que hizo, por como lo hizo y con quien lo hizo: Pirry, Fernando, Emilio “el músico”, Manolito Orbello, Julio Caro, Antonio Castillo, mi Mundi (que me acuerdo de ti y de las veces que metías el deo entre la parihuela y el respiradero y después no podías sacarlo), mi Carlos “el del Galo”, Escobar, Barroso, Abrahan, Tanque, Javilín, Jose Ángel, los Rafas, Cristobal, Medina, Cotayo, Pascual, Fali, Quino, Mario, Fran Narbona, Angel, Tito, Alvariño, Melli, Puleva, Curro (RIP), los Zayas, mi Nachito, Salaito, Flecha, Nacho, Pascual Vaca, Emilio, Gigi, Rafa Vera, Heidi, David, Canina, Bonilla, Iñaki, Eduardo Camarada, Eduardo Chico, … y tantos y tantos otros.
Vinieron años de gloria, de levantas con poderío, de comerse la pelea, de arrias a pulso, de chicotas indescriptibles, de toreo al natural profundo, …vinieron años que hicieron que todo el mundo quiera sacar los Javieres,… pero sin saber lo que son los Javieres, sin saber como se hizo esa cuadrilla a la que hoy quieren pertenecer, sin haber experimentado el trabajo y el esfuerzo, simplemente a llenarse de gloria, sin abrirse el pezcuezo, sin arrugarse la ropa....
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