Andando de frente señores, trabajar obediente y escuchando el racheo de los talones, esto es una de las cosas que han hecho que la cuadrilla de Los Caballos sea una de las que tienen más oficio en Sevilla. Los Perrenge tienen mucho que ver en todo esto, su experiencia, humildad y saber comprender al costalero son sus virtudes más destacadas en su trabajo.
Recuerdo, a finales de los 90 cuando estaba Mariano de segundo de Máximo, el que llevaba todo 'catarro' era el. Eran tiempos difíciles, nadie quería sacar Los Caballos, aquello era una pelea constante de las que desde el minuto uno te daba la del tigre de Kentaqui, los zancos rechinaban en momentos de ida, y de vuelta para que contar. Aquello era apretar los dientes, cerrar los ojos y buscar al aguaó hasta encontrarlo y no soltarlo jamas. Que duro era aquello compadre...
Recuerdo, ese Mariano recorriendo los costeros y dándote aliento de ánimos, poniéndose en el lugar de aquel hombre fatigado. Aquel Mariano donde su lectura cada vez más era re-comvertir una cuadrilla tanto por delante como por la trasera. Y, así fue, año tras año entraban verdaderos Aztecas de los pasos, gente con casta, gente que hoy en día y lo digo a boca llena, no recuerdo una trasera con más categoría de las que yo he visto en vida. Por supuesto también la veo por delante bien todo hay que decirlo.
Que agusto se esta en un paso así con buenos amigos, que me gusta sentir cuando la pomada viene dando jabon y notar como aprietan todos los dientes.
Os invito algún día a ver ensayar Los Caballos, a contemplar sentimientos debajo de un paso, a sentir lo que es realmente una cuadrilla comprometida, a ver por vuestros propios ojos lo que es sin lugar a dudas una cuardilla que te da ese pellizco torero que tiene la gente de abajo. Así es la cuardrilla de Mariano Falcón Perrenge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario