Eres tu la Esperanza de mi vida, la que siempre estas ahí por muchas razones, por muchos lamentos y muchas desesperaciones, eres tu el camino, la verdad y la vida.
Tengo el alma empapada de lágrimas y de un humilde sentimiento, por eso te quiero tanto, porque me guias hasta el firmamento.
Eres el alba de Sevilla, la emoción de sus campanas, eres miel en la torrijas, paladar de su fragancia, eres luz de la hermosura, y eres perfil de la gracia, eres madre de Sevilla... mi Macarena Soberana.
Bien hablado, amigo mío. ¡AL ALBA DE SEVILLA! ¡A SU ETERNA ESPERANZA, A SU REINA! Por eso es que seguimos enseñándole a nuestros hijos a rezar frente a Ella, lo mismo que nos enseñaron nuestras madres: "Bendita sea tu Pureza..."
ResponderEliminarMagnífica entrada.
Tú que siempre estás ahi... a pesar de mis errores,el espejo dónde me miro cada mañana,la esperanza que me hace ver la vida de otro color que no sea gris o negro,la fe que me hace creer de nuevo, la caridad que me hace ver más allá de mi egoismo...Tú Esperanza de mi vida, de los sueños cumplidos y los quedan por cumplir...
ResponderEliminar