EL ALBA DE TRIANA...

El alba en Triana es un presagio, toda esa luz penetrando sin ventanas, escurridiza se adentra... la huelo.

Estamos en el corazón de Andalucia, flotamos dulcemente sobre los espinos y aún así vamos curiosos en un vuelo seguro.

No tengo temor al agua, al calor, al peso fuerte que viene de frente, más bien me dejo llevar.

No es un una hora más, no forma parte de las otras mañanas, es el aroma por conocer que he saboreado desde pequeño, y por el cual me quemo glorioso.

Sobre la punta de una estrella que me guia sin destino que ya se difuma por el amanecer, dibujamos la curva de una ola, sonido que se vuelca hacia y desde las bocas. No tengo más que cansancio renovado y la iluminada forma que observo por la rendija de tu aurora, intuida sobre la noche, que para mi sigue siendo la más hermosa.

Mi Triana... sabes que este puente es el único camino que me llega a tu destino, tú tan al sur y yo al fondo del norte, a nuestro costado un este y un oeste esperando.

Sabemos que ese hilo es el conducto, la línea, la decisión, el siempre matemático número sin margen de error. Sé, que te gustan los izquierdos valientes, es ese pie que nosotros metemos, pero a pesar de todo avanza con fuerza y casta, lleva la certeza en la punta de si misma, como una huella que te deja marcada para siempre. Todos saben ya que el secreto fue abierto y que avanzamos hacia el centro, demasiado emocionados como para devolvernos por la orilla del acero. Sonreiremos al unir los extremos, y dejar pegados los alientos. ¿Quién podría decir que estamos lejos? Un solo izquierdo más y ahí estaremos!.