Lo más grande de mi vida eres tu mi Soberano, por ti soy embajador sin nombre de mis ilusiones y de mis sentimientos, de mi fe, de mi camino y de lo que soy.
Mi fe es tu rosa de primavera y te escribo para decirte que te quiero, que por ti sigo soñando sin dormir, enamorado de la cuna de los hombres cabales y de los duendes con poesías en sus almas que están tras los faldones por las calles de Sevilla.
Dicen que Sevilla es el corazón del mundo de los flamencos, de los artistas y de los costaleros trovadores. Todo es porque aquí nos enseñan desde chico varias lecciones de señorío, de medida, de equilibrio, de perfección y de belleza en el saber estar y andar abajo de un paso.
Aquí esta la Universidad de los Costaleros, aquí puedes esperar que un costalero borracho ya retirado te dé una lección magistral de la vida, desde entonces te das cuenta de muchas cosas, porque esta manera de ver las Cofradías es lo más exacto a una representación de eternidad de vida.
Por ustedes siempre Costaleros que estáis en el cielo.
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