Los niños...
Queridos niños que sonáis con sacar cofradías.
Me gustaría que recordarais cuando erais niños, aquellas Cruces de Mayo donde las ilusiones y el sentío se apoderaban de vuestras almas... o aquella Semana Santa a copañando a tu Cristo vestido de nazareno y te gustaba más la idea de estar por los últimos tramos para contemplar la figura de Jesús lo más cerca posible y ver con tus propios ojos los costaleros dándolo todo... o aquella mirada junto a tu padre mirando los pies de los costaleros racheando la calle, eran verdaderos discípulos de un arte, de una forma de vivir y rezarle a Dios en su camino en la Pasión.
Esto era ilusión, amor, ganas de sentir, oficio de una cuna sagrada que se aferra a la esperanza de amar a nuestra manera al Mesías...
Que de recuerdos tengo de aquellos años, de aquella niñez dulce de sueños cofrades.
Mis primeras veces tirándome de la ropa, enfajandome, fijando, en la corriete... en la pata...
Recuerdo la mirada atenta del capataz bajo las trabajaderas, los mismos pasos de siempre, un caminar terciado por la voz firme y unánime de ese gran director de escena, que al son de la música y del arte es capaz de sacar lo mejor de mi para que el paso camine como debe de caminar... de frente valiente miarma y con mucho "mimo" Dios mio.
Son tantos recuerdos de sueños de ser costalero, que hoy y ahora manifiesto con la voz clara y firme, que nunca dejéis de soñar con ser COSTALERO!!.
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